ENRIQUE GONZÁLEZ

ARQUITECTO MUNICIPAL

En la actualidad soy el arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Lugo.

La fiesta del Arde Lucus que surgió, justo, con el motivo de la declaración de la Muralla, ayudó muchos a la divulgación de la Muralla, y sobre todo, y fundamentalmente, al conocimiento de lo que es la historia del pasado romano de la ciudad.

Mi primera participación en el Arde Lucus fue un tanto, de modo circunstancial, porque por mi posición de arqueólogo municipal, empecé colaborando en esos primeros años a través de un asesoramiento de tipo cultural, dando información tanto a las asociaciones que participaban como todos aquellos que venían solicitando información sobre el pasado romano de Lugo. Con el paso de los años, me fui involucrando más, ya que, al ser una fiesta organizada desde el ayuntamiento, nuestra participación en este caso a través del servicio municipal de arqueología fue fundamental a la hora de organizar, sobre todo la parte más cultural de lo que es el Arde Lucus.

Yo tengo que decir que al principio fui un tanto escéptico con esta fiesta, porque la fiesta surgió de forma lúdica, sin grandes ambiciones, pero no veía yo que fuera alcanzar el momento que alcanzó ahora mismo. Pero poco a poco, en la medida que veías que la gente iba participando cada vez más, que se involucraba, y no sólo en la fiesta, sino en la participación a través de las vestimentas, que se iba informando de cómo era la vida en el Lugo romano, vi que aquello podía tener futuro, que la fiesta podía alcanzar un cierto prestigio, como así fue, como así es hoy en día, ya que estamos hablando ni más ni menos de una fiesta que está declarada de interés turístico nacional.

Con relación a los primeros años de la arqueología en Lugo? Pues, la verdad, es que fue toda una experiencia, porque la actividad arqueológica en la ciudad de Lugo, no era conocida y el papel que hacíamos los arqueólogos aquí, pues mucho menos, entonces al principio fue con un cierto desconcierto, fue un poco de asombro para toda la ciudadanía. También hay que pensar que esto coincidió justamente con aquellos años en los que se estaban realizando los aparcamientos subterráneos, que generaron una gran polémica, y por ese motivo, la gente veía con cierto escepticismo lo que hacían los arqueólogos hurgando en la tierra, buscando tesoros, era un poco la idea que había entonces de la arqueología, pero tengo que decir que con el paso de los años, la gente se fue dando cuenta del valor que tenían los restos arqueológicos y se fue concienciando cada vez más, hasta el punto de que hoy podemos decir que la gente asume y admite la arqueología como una de las actividades y los restos arqueológicos por ende, como una de las actividades más importantes que tiene la ciudad desde el punto de vista turístico sobre todo, no? Y de ahí también una consideración, una cierta consideración, también, es verdad que gracias a la labor de divulgación que se hizo, sobre todo desde el ayuntamiento, y  a través de todos los actos que se fueron organizando en estos años, con congresos, seminarios, conferencias, se alcanzó un punto en el que la arqueología, insisto, hoy es una actividad que tiene una cierta consideración.

Nosotros empezamos la actividad en suelo público. Ya digo que fue con motivo de los aparcamientos subterráneos, pero inmediatamente, en el momento que nos dimos cuenta del potencial que había en el subsuelo de la ciudad, la actividad se trasladó también al ámbito privado, por lo tanto, empezaron a afectar a todas las obras que se estaban haciendo en aquellos años en Lugo. Estamos hablando de un sector muy potente para la ciudad en esos años, era el mundo del ladrillo, por lo tanto, las excavaciones arqueológicas eran una rémora, un auténtico hándicap para la actividad constructiva, y por eso los arqueólogos no tenían crédito entre el sector, pero como   al resto de la sociedad, poco a poco, no les quedó otra que ir asumiendo y admitiendo, bien es verdad que a través de una importante regulación a través de normativas urbanísticas, y de las leyes de patrimonio, por lo que no les quedó otra que ir asumiendo que la arqueología formaba parte de la actividad constructiva como otra actividad más.

Cuando se empezó en Lugo, la única ley que regía en aquel momento era la ley de patrimonio histórico español, que era una ley del 85, todavía no se había aprobado la ley de patrimonio cultural de Galicia, que se aprobó posteriormente en el año 95, y por lo tanto, aunque no había un vacío legal, porque Lugo como ciudad estaba declarada conjunto histórico monumental, bien es cierto que la posterior actividad arqueológica ayudó de alguna manera a desarrollar una normativa específica, ya de carácter más arqueológico que de ahí la prueba que después en el año 97, la aprobación del plan especial del recinto interior, ya contempló un capítulo en el que se regulaba toda la actividad arqueológica.

Desde el año 86 que se inició este periplo de la actividad arqueológica en la ciudad fueron más de 400 a día de hoy, las intervenciones de carácter arqueológico, bien sea a través de controles arqueológicos, o excavaciones arqueológicas en grandes superficies. Pero sí que es verdad que durante eses primeros años, entre el 86 y el año 90, coincidió quizás con el mayor volumen de actividad y por lo tanto con los hallazgos más importantes, y recuerdo que nada más empezar el año 86, ya se descubrió el famoso Mosaico de Armañá, que hoy está conservado en el Museo Provincial, y como aquella, pues, otras tantas intervenciones arqueológicas de gran envergadura que permitieron descubrir importantes hallazgos, las Termas de la calle Armañá, calles, calzadas, el sistema de cloacas, el sistema de abastecimiento de agua a la ciudad, el descubrimiento del acueducto, es decir, es innumerable la cantidad de hallazgos de gran valor que fueron los que, de alguna manera permitieron poco a poco ir conociendo realmente que Lugo, el Lugo romano, no era solo una muralla, sino que acogía una ciudad de gran envergadura.

Por mi relación particular, yo tengo que destacar lo que fue la excavación de la Casa de los Mosaicos, lo que hoy llamamos la Casa de los Mosaicos, en la que fui director de esa excavación y por lo que significa la excavación en sí, pudimos descubrir el famoso mosaico de Batitales, un mosaico que ya era conocido desde el siglo XIX, pudimos descontextualizar ese mosaico y por otra parte también porque fue la primera excavación en la que se pudieron conservar in situ restos arqueológicos que después dieron pie para que a partir de esas fechas, viendo que era factible la conservación y la compatibilidad de la conservación in situ con la actividad comercial como fue en este caso en este local, un importante inmueble que se sitúa en la calle Doctor Castro, permitió que se pudieran conservar más restos arqueológicos, como en este lugar en el que estamos, aquí en el Centro arqueológico de San Roque, que se excavó justamente en el año 98, y que tuvo también su origen en una excavación en un inmueble cercano en el que apareció una importante necrópolis romana.  En Lugo en cuanto a lo que fue la arqueología, pasamos por diferentes etapas. Hay una primera etapa en forma de sorpresa, en la que se pretendía fundamentalmente realizar las excavaciones con el fin de documentar la mayor cantidad de restos posibles, previniendo que esos restos iban a desaparecer, porque desde el punto de vista legislativo no había una fórmula para poder conservar in situ, posteriormente la conservación ya se planteó como un posible objetivo. De ahí que se pasara de la excavación a la investigación que es uno de los objetivos principales de la arqueología y posteriormente a la conservación. Se tardó porque, entre otras cosas, insisto, no había normativa legal que hiciera factible esa conservación y por otra parte que la implicación de las autoridades, en este caso hablo desde el punto de vista administrativo, tanto local como a nivel autonómico, no se dio hasta esas fechas, que fue cuando se empezaron a implicar de alguna manera las administraciones porque en muchos casos había que, o expropiar, o comprar los inmuebles para poder llegar a la conservación. De ahí que insisto en la importancia que tuvieron esos primeros restos que fueron los de la Casa de los Mosaicos, que fueron adquiridos por el Ayuntamiento de Lugo, un loca que fue adquirido y que después se involucró la Xunta de Galicia, con la conservación in situ, y eso dio pie para que a partir de esa fecha, hubiera una fórmula  y un apoyo implícito por parte de las administraciones para la posterior conservación. En mano de las administraciones está la conservación y la recuperación del patrimonio histórico arqueológico, en el caso de la ciudad de Lugo, es evidente y sin el apoyo de la administración es muy difícil porque lo que no se puede, tampoco es implicar a los particulares en esa conservación, no? Y en ese sentido lógicamente, desde la adquisición de los inmuebles, la puesta en valor de los restos, hasta la creación de infraestructuras. En estos últimos tiempos, se habla mucho del Museo de la Romanización, que sin duda, es la gran infraestructura que faltaría hoy por conseguir, para poder, digamos, culminar un poco con cierto éxito el futuro de la arqueología en Lugo.

Es indudable porque la riqueza arqueológica es grande y hace falta un lugar, no sólo, que acoja los restos materiales, estamos hablando de grandes cantidades de cerámica, de monedas, de bronces, sino porque falta también una institución que encauce un poco y lidere la investigación desde el punto de vista de lo que es la ciudad romana, el pasado romano, porque Lugo es una ciudad, una capital romana y como tal, digamos, el yacimiento más importante a nivel de Galicia. En ese sentido también de alguna manera se puede encauzar la investigación de la arqueología romana en Galicia y después porque desde el punto de vista de ciudad, digamos, una infraestructura de estas características, potenciaría en gran medida  el patrimonio histórico de la ciudad, tanto desde el punto de vista cultural como turístico, una pieza clave hoy para la ciudad.

No lo hay que reivindicar porque ya lo es, siempre lo fue, es la única capital que se conserva en la actual Galicia, junto con Astorga (Astúrica Augusta) y Braga (Brácara Augusta), las capitales del noreste de la antigua Gallaecia, pero digamos que a nivel territorial de lo que es la actual Galicia, Lugo es por excelencia la capital romana, y como tal capital, hoy por hoy, acoge los restos más importantes del pasado romano.

Pues el mundo castreño está vinculado lógicamente con este pasado romano, porque indudablemente antes de que llegaran los romano, aquí había una cultura, que era la cultura castreña, que se puede también percibir en el entorno de la ciudad a través de gran cantidad de restos como son los castros que pueblan el territorio circundante de Lucus, muy rico por cierto, hay un número importante de castros en torno a la ciudad, y porque al mismo tiempo, la cultura castreña, se mezcla con la cultura romana, en tanto en cuanto, los romanos, respetaron algunas de las tradiciones culturales castreñas, e incluso, asumieron en parte esa cultura, por ejemplo, a través de la olería, gran parte de la tradición castreña está presente en la olería romana, pero es indudable que el papel del mundo romano asumiendo posteriormente todo lo que es la cultura de la edad del hierro, a través de la lengua, de la religión, etc. fue vital para el mundo castreño.

La Piringalla

Sí, lo que pasa es que es un castro que por desgracia se encuentra muy arrasado, ese castro, aunque conocíamos el topónimo, que sabemos de su existencia en las proximidades, no teníamos conocimiento, ninguna evidencia, y digo muy arrasado porque uno de los elementos que caracterizan los castros son las murallas y los fosos, y en este caso no se conservan, se conservan los fosos porque lógicamente están a una mayor profundidad pero no se conservan las murallas y los parapetos que es lo que caracteriza un poco a estos castros, y por lo tanto, el nivel de arrasamiento es muy grande. Sí que es verdad que en las pocas intervenciones que se llegaron a hacer estos años, vislumbramos un cierto nivel de conservación de los restos de las cabañas, de lo que era el castro, el poblado propiamente dicho, no? Y entonces no sabemos, desconocemos el grado de conservación a nivel global del castro, pero es posible que en ciertas partes se puedan conservar importantes restos, sí.

Castro Alfonsín

Bueno este es un castro que tiene unas particularidades porque está en el mismo núcleo, en el núcleo rural, por lo tanto, digamos que el núcleo rural se superpone a lo que es el viejo castro, por lo tanto las posibilidades de conservación de este castro son mucho menores que del que estamos hablando.

En las proximidades de Castro Alfonsín, se encontró una estatua romana, que por cierto, y paradójicamente, es la única estatua, digamos de cierta envergadura que se conserva del Lugo romano porque en la ciudad no encontramos restos de esculturas romanas, y sin embargo sí que se conservan o  aparecen en el entorno. En este caso apareció formando parte de un muro de una finca, no sabemos si estaría vinculado al castro o quizás a algún tipo de asentamiento romano que hubiera en las proximidades. Es una escultura de un togado romano de aproximadamente un metro y medio y por lo tanto es un ejemplar de escultura para lo que conocemos de la escultura romana en la Gallaecia, excepcional, porque ya digo no son muchos los ejemplares que se conservan, y digamos dan pie un poco a estudiar desde el punto de vista artístico lo que es la cultura romana y sobre todo los talleres que había entonces es esta zona, porque seguramente era un taller de carácter local, está hecha en granito, y no conserva la cabeza ni los pies, pero prácticamente está entero el resto del cuerpo.

En el Arde Lucus hay que diferenciar estas dos actividades, por una parte está el aspecto lúdico dela fiesta, que a todos nos importa como ciudadanos, pero después, nosotros, en nuestra posición, reivindicamos lo que es la parte más divulgativa que es lo que pretende el Lucus Cultural.

El Lucus cultural pretende acercar la cultura castreño romana a la ciudadanía. Entonces aprovechando este evento, que es la fiesta, se pretende organizar, poco antes de la celebración de la fiesta, e incluso a lo largo del año, una serie de actos que acerquen el conocimiento del mundo romano para calentar motores, para que la gente cuando llegue la fiesta, tenga el suficiente conocimiento y se involucre un poco más a través de sus caracterizaciones. Pero es una disculpa muy buena para fomentar la divulgación de la cultura galaico romana.

Durante unos años lo que hicimos fue una serie de conferencias a nivel de colegios, a través del servicio municipal de arqueología, por lo que le corresponde al ayuntamiento, por otra parte, las propias asociaciones de recreación histórica, hacen también una importante labor acercando el conocimiento del Lugo romano a los colegios, después también hacemos exposiciones, conferencias, ciclos divulgativos y el propio ciclo de cine arqueológico que no va específicamente dirigido a los colegios pero sí que se hace con la intención de fomentar la atracción de los más jóvenes y pretende eso justamente, acercar el mundo de la arqueología en general, ya no solo el mundo de la cultura romana, sino el mundo de la arqueología en general para que la gente tenga un poco más de conocimiento de lo que significa esta ciencia.

Buscar diferentes temas para tocar un poco todos los palos de lo que era la cultura galaico romana, yo particularmente, destacaría, aunque no tuvo mucha incidencia en cuanto a público, el “Ciclo de cine arqueológico”, porque lo que pretendíamos con él, rememorando otros ciclos de cine arqueológico que se celebran en España, aún sin ser un festival propiamente dicho, lo que pretendemos es, aprovechando un poco el boom del festival de cine arqueológico de Bidasoa con el que colaboramos, traer películas de carácter divulgativo relacionadas con el mundo de la arqueología. Pretendemos a través de esos documentales, en su mayoría, que la gente se acerque a la arqueología, tengo que decir que no tuvo mucha atracción, porque a lo mejor, entre otras cosas, falta un poco más de divulgación, pero poco a poco , este es el quinto año, bueno vamos para el sexto, el año pasado no se pudo celebrar por la pandemia, pero intentamos perfilar cada vez más con la selección de las películas, una calidad en los temas que traemos para que guste más a la gente.

Sí porque dio a conocer el Arde Lucus, digamos a nivel internacional, no? ya era… digamos que este tipo de celebraciones, fundamentalmente, su divulgación principal es el boca a boca, es lo que funciona, después está la divulgación que se hace desde las administraciones, pero documentales como el de Brais Revaldería, llegó, digamos a alcanzar una mayor divulgación porque creo que se estrenó en diferentes festivales y de alguna manera dio a conocer el Arde Lucus más allá de nuestras fronteras. Ya no hablo a nivel de Galicia sino a nivel de España.

Justamente, creo que era con el acto que celebraron los herreros, porque muchas de ellas están hechas en hierro, se aprovechó ese momento para, aparte de divulgar la actividad de los herreros, al realizar alguna de estas esculturas, también tienen un importante valor divulgativo a nivel de la ciudad, porque a parte de ilustrar y adornar, entre comillas lo que es el viario y las plazas de la ciudad, también   de alguna manera son elementos que están presentes en la ciudad, que nos rememoran, que nos recuerdan en todo momento el pasado del Arde Lucus.

A lo mejor le sobran actos, quizás centrarlo un poco más, concretarlos porque son demasiadas las actividades que se organizan, y por lo tanto, es imposible físicamente poder verlo todo. Entonces, después de los años que llevamos, intentar concretar esos días de fiesta, con unas actividades mucho más definidas, recordar por ejemplo el circo, o las actividades de carácter teatral, los actos de los gladiadores, por poner algunos ejemplos, son, digamos la espina dorsal del Arde Lucus. Pero insisto hay muchas, quizás muchas actividades, que no digo que sobren pero o nos obligan a alargar el Arde Lucus en días o no concentrarlas en esos 3 días solamente.

Bueno hoy por hoy tiene el nivel de las del patrón, las fiestas de San Froilán. Entonces si el San Froilán es el patrón local, por qué no vamos a poder también celebrar un día de fiesta local con el Arde Lucus y declararla también un día de fiesta local, pues no es mala idea.

Yo creo que el Arde Lucus, de alguna manera, le abrió los ojos a la ciudadanía en cuanto a lo que es el patrimonio histórico y arqueológico. Digo esto porque, al mismo tiempo que se celebró el Arde Lucus como fiesta, en eses años también coincidió con el boom de la arqueología y no sólo me refiero a la actividad arqueológica sino también fueron los años en que el nivel de conservación fue mayor y fue todo paralelo, el Arde Lucus, la arqueología, los hallazgos y la conservación del patrimonio histórico.

Bueno pues tengo uno de los ejemplos que en cuanto al Lugo romano es el que mejor lo identifica, que es un horno de cerámica y digo esto porque en los últimos años la actividad arqueológica nos permitió demostrar que Lugo, aparte de ser una gran capital, era un centro de producción cerámica de gran magnitud a nivel no solo local sino regional e incluso me atrevería a decir que nacional, en cuanto a lo que era la Hispania. Porque en Lugo se descubrieron algo más de 50 hornos como éste y por lo tanto es una de las actividades que tenía la ciudad, y por ende, también ayudó al desarrollo de la ciudad romana.

Me gustaría reivindicar estos espacios, como este en el que estamos que es el Centro Arqueológico de San Roque, acoge este horno y un estanque singular, sin duda alguna, porque no tiene parangón en el resto, no diría del Imperio, pero a nivel de España es un ejemplo único y son espacios que permanecen un poco olvidados porque al encontrarse fuera de murallas, casi nos olvidamos de ellos, pero hay que pensar que aquí está presente la historia de la ciudad y por lo tanto su origen, estos espacios nacieron no solo para acoger los restos sino también para poder celebrar un tipo de actividades de carácter cultural que ayudara a comprender el pasado romano de la ciudad.

Su peculiaridad reside fundamentalmente en algo que puede ser contradictorio y que reamente no sabemos con exactitud para qué servían, en principio es un estanque que está relacionado con el agua, con el culto al agua, por lo tanto, ahí sí que tendría un cierto sentido religioso, por sus dimensiones, por su sistema constructivo, porque está construido con uno de los elementos más característicos del mundo romano que es el famoso hormigón romano llamado Opus caementicium, del cual no se conservan muchos restos en otras estructuras de Lugo. Tampoco sabemos si estaría vinculado con algún tipo de templo dedicado a un culto quizás de carácter orienta, o por otro lado podría estar vinculado al mundo funerario, ya que al lado de este estanque apareció una importante necrópolis funeraria con ocupación a lo largo de 5 siglos, y por lo tanto, ese es el misterio. Como en otros de los muchos misterios que existen en el Lugo romano, reside quizás su interés y su encanto.